Alianzas regionales para la diseminación de frijol rico en hierro en países de América Latina y el Caribe

La agricultura en ALC, en particular la Agricultura Familiar (AF), constituye la base de la alimentación de la población regional. Se estima que provee el 80% de los alimentos consumidos a diario y el total de unidades productivas es cercana a los 15 millones. En el marco de la pandemia actual y en los años venideros los productores necesitarán nuevos conocimientos y apoyo oportuno para evitar desabastecimiento y fortalecer la operación eficiente de las cadenas de valor. En pocas palabras, resulta crítico generar prácticas y conocimientos que impulsen una agricultura agroecológica y sostenible, faciliten el uso de prácticas que respondan a los efectos del cambio y la variación climática, el uso sostenible de los recursos naturales, aumenten la productividad y la seguridad alimentaria.

Centroamérica, República Dominicana y Colombia son un reservorio de biodiversidad y un nicho para cultivos y animales de importancia mundial. Desafortunadamente también están entre las regiones más vulnerables del mundo a los extremos (sequías, inundaciones, huracanes) actuales y anticipados del cambio climático . Por lo tanto, se requieren enfoques integrales con los diversos actores de las cadenas y esfuerzos en investigación y desarrollo que aseguren la seguridad alimentaria y la gestión sostenible de los recursos naturales. En las últimas décadas, los efectos del cambio climático sobre la agricultura han sido de gran impacto, generando volatilidad en la producción con el consecuente impacto en la seguridad alimentaria y especialmente en la nutrición . Probablemente las variedades cultivadas en una región van a tener que ser reemplazadas por otras variedades que estén adaptadas al nuevo ambiente, o mismas variedades con mayor grado de flexibilidad y contenido nutricional. Es importante considerar iniciativas que identifiquen y validen estas nuevas variedades de cultivos de la alimentación básica, como el frijol, que será clave para generar sostenibilidad en la seguridad alimentaria local. Es en este contexto donde cultivos ricos en micronutrientes, como el frijol considerado en esta propuesta, puede hacer una contribución importante no solo para contrarrestar los efectos del cambio climático, sino también para fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional de la población, especialmente la más vulnerable.

 Desde el punto de vista científico-técnico, los logros en el desarrollo de cultivos ricos en micronutrientes (biofortificados) han sido significativos a nivel mundial y regional, considerando que ya se encuentran disponibles más de 340 variedades de frijol, maíz, camote, yuca, trigo y arroz, generadas por mejoramiento genético convencional, y que poseen cantidades promedio superiores de hierro, zinc y/o vitamina A. Adicionalmente, estas variedades también han sido mejoradas y seleccionadas por su adaptación a la variación climática y por su alta productividad.   Aunque el potencial de estos cultivos es muy alto, dado el papel que juegan y pueden jugar en las dietas de poblaciones vulnerables, aún falta determinar particularmente en Centroamérica y el Caribe aspectos claves que hacen apropiada la selección de variedades de frijol rico en hierro para estimular su demandad y cadena de valor. Entre ellas, es necesario identificar las características de la demanda y mercado potencial en los países, las estrategias de identificación y validación de las mejores variedades bajo las condiciones de producción de cada país, y especialmente generar una estrategia de gestión de conocimiento y transferencia tecnológica a los productores para mejorar la tasa de adopción de estas nuevas variedades.