La región del mar Caribe en Costa Rica y Panamá, donde mayormente se asienta la producción de cacao, se caracteriza por su vulnerabilidad a eventos climáticos extremos, altos niveles de pobreza y escasas oportunidades. La producción decayó en el pasado –a pesar de las demandas de cacao de alta calidad- por enfermedades que devastaron la región. Es en este contexto donde el proyecto, orientado a fortalecer calidad y productividad, en un marco de análisis y trabajo participativo con todos los actores relevantes, tiene lugar. En esencia, busca impulsar el renacimiento del cultivo y la calidad de vida de las familias productoras.
En el cultivo de cacao la productividad y la calidad deben ir de la mano, tanto por las demandas del mercado como por la necesidad y expectativa de los productores de mejorar sus condiciones de vida. Una buena base genética contribuye sin duda a la calidad, sin embargo, no es suficiente para lograrlo. El procesamiento de cacao, en particular la fermentación y secado, son tan o más importantes que la constitución genética de la planta para optimizar calidad.
El transporte de cacao recién cosechado por largas horas y en recipientes rudimentarios disminuyen la calidad total. En este marco, el diseño de secadores solares de pequeña escala que puedan permitir fermentar y secar cacao in situ (particularmente en las comunidades alejadas de los centros de procesamiento), contribuyen no solo a la calidad del producto final sino también a la economía del productor. El escalamiento de esta solución tecnológica puede cambiar para bien la calidad y rentabilidad del cultivo.
• Se construyeron sistemas piloto de secado solar con paneles fotovoltaicos para minimizar pérdidas reportadas hasta de 50%. Los secadores pueden procesar 200 kg/semana, suficiente para la productividad actual y futura.
• Un análisis genómico de última generación permitió identificar organismos más eficientes para la fermentación.
• Se organizaron talleres para el análisis participativo de riesgos y debilidades ante posibles fenómenos extremos o cambios en el clima regional.
• El proyecto generó guías de catación y de buenas prácticas y capacitación para reconocer perfiles sensoriales y diferenciar calidades de cacao.
• El proyecto activó una red de profesionales, con responsabilidad en la producción, beneficiado y comercialización de cacao.