Los microorganismos del suelo juegan un papel clave en la generación de gases de N2O y otros GEI, convirtiendo a la agricultura y la ganadería en actores importantes en las emisiones de GEI en Paraguay. Según datos del INGEI del año 2015, el N2O representa casi el 20% de las emisiones totales de GEI del país. Además del N2O, el fósforo y el potasio también contribuyen a la huella de carbono. En este contexto, es crucial encontrar formas de gestionar eficazmente el uso de fertilizantes químicos para permitir que Paraguay continúe aumentando su producción agrícola mientras reduce la generación de GEI. Una de las formas más prometedoras de lograr esto es mediante un enfoque biotecnológico, que tenga en cuenta el papel de los microorganismos en los procesos bioquímicos del suelo.
El proyecto se enfoca en optimizar el uso de fertilizantes químicos mediante la incorporación de aditivos bioactivadores basados en microbiomas, buscando mejorar la eficacia de los fertilizantes tradicionales y abordar la huella de carbono en la agricultura. Se han logrado resultados notables, incluyendo un aumento del 12% en el rendimiento agrícola y una reducción del 30% en el uso de fertilizantes NPK. La tecnología ha sido aplicada en más de 1.400,000 hectáreas, con un enfoque innovador que utiliza técnicas de fermentación avanzadas. Este proyecto representa un hito en la intersección de la biotecnología y la agricultura, ofreciendo un modelo replicable a nivel global que no solo aumenta la productividad, sino que también contribuye a la sostenibilidad ambiental, con el potencial de ahorrar emisiones de CO2eq significativas y beneficiar a los productores mediante mayores rendimientos con menos insumos.
La industria agropecuaria, esencial para la economía de Paraguay, contribuye significativamente a la huella de carbono nacional, especialmente a través del uso de fertilizantes químicos. Sin embargo, nuestra tecnología, al servir como aditivo del NPK, ha demostrado incrementar la eficiencia del uso de fertilizantes, logrando un aumento promedio del rendimiento del 12.8% y un ahorro del 30% en el uso del NPK. Esto no solo optimiza la producción agrícola, sino que también minimiza las emisiones de CO2eq, contribuyendo a una agricultura más sostenible. Hasta la fecha, nuestra tecnología ha sido aplicada exitosamente en más de 1.400,000 hectáreas, evidenciando la necesidad de políticas nacionales que fomenten el uso de soluciones biotecnológicas para una agricultura eficiente y responsable. Este enfoque no solo protege a los productores, sino que también asegura la sostenibilidad de la industria agropecuaria paraguaya a largo plazo.
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