Bases para la generación de una estrategia integrada de adaptación para sistemas ganaderos de Latinoamérica

 El incremento en la demanda de alimento durante los últimos 20 años implicó una mayor producción agrícola-ganadera en América del Sur. Sin embargo, los efectos del cambio climático, principalmente en los pequeños productores, pueden afectar negativamente su futuro desarrollo. En Chile, cerca del 90% de los sistemas ganaderos depende directamente de la intensidad y frecuencia de las precipitaciones. En Argentina, la región Pampeana, donde se concentra el mayor porcentaje de la producción agropecuaria nacional presenta un régimen pluvial muy variable  dando lugar a años secos, intermedios o muy lluviosos, que se alternan no uniformemente. En Bolivia, en los últimos años, el incremento en la intensidad de las sequías llevó a una drástica disminución, con tendencia a desaparecer, en la producción ovina. En Costa Rica, aproximadamente el 70% de los productores de carne y de doble propósito son agricultores que desarrollan sistemas productivos de subsistencia y enfrentan costos de producción superiores al resto de latinoamericana. 
El desafío es responder a demandas globales de alimentación bajo condiciones climáticas cada vez más adversas y bajo el escenario del pequeño productor que cuenta con bajos niveles tecnológicos y menores posibilidades de inversión. Por lo tanto, el objetivo del proyecto fue de evaluar a nivel de Agricultura Familiar recursos forrajeros genéticamente tolerantes a estrés hídrico que permitan un incremento en la productividad ganadera sin incrementos en las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI)