Más Arroz con Menos Emisiones y Menor Consumo de Agua

El arroz como cultivo básico ha adquirido mayor importancia en los últimos años en América Latina y el Caribe reflejándose en el aumento del consumo per cápita. Los agricultores familiares (de menos de 10 Ha) en Colombia Chile y Perú cuyos medios de subsistencia se basan en la producción de arroz, enfrentan una variedad de desafíos, uno de los más apremiantes es el aumento de la variabilidad climática y la consiguiente disminución en la disponibilidad de agua durante ciertas etapas del cultivo del arroz. Para Colombia se estima que son empleados entre 16.000 a 20.000 m3 por hectárea por cosecha para el mantenimiento del cultivo del arroz en sus diferentes etapas. En Chile y Perú, no se tiene una estimación precisa del uso del agua, pero se indica que el cultivo utiliza un rango de 14.000 a 18.000 y 12.000 a 17.500 m3, respectivamente. Por otra parte, la practica convencional de inundación continua durante el cultivo da lugar a sistemas de arroz que tienen consecuencias ambientales negativas significativas, relacionadas con el aumento de las emisiones de metano. En consecuencia, el potencial de calentamiento global (GWP) asociado a los sistemas de producción de arroz inundado es mayor que el de otros cultivos de cereales. Específicamente, el cultivo de arroz es responsable de 2027,18 y 104 Gg CO2eq en Colombia, Perú y Chile, respectivamente. (FAOSTAT, 2016).

Los requerimientos futuros de producción, para satisfacer la demanda de las próximas generaciones implica incorporar nuevas áreas, mejorar la productividad y bajar el consumo de agua. Producir más arroz con la misma agua o menos agua serían los objetivos futuros. Estos cambios en la tecnología de manejo de agua repercutirían directamente en las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que se ha capturado gas en los diferentes tratamientos para cuantificar las emisiones de estos gases e identificar si estos tratamientos tendrían un efecto positivo.

La práctica de manejo del riego que incluye períodos alternados de inundación y secano durante las fases de crecimiento no crítico del arroz (denominado internacionalmente como AWD por sus siglas en inglés (“Alternate Wetting and Drying”), puede aumentar la eficiencia en el uso del agua y a la vez reducir las emisiones de metano sin afectar el rendimiento. Esta práctica de riego inteligente de alternancia de suelo mojado y seco permite una mayor resiliencia de los productores a las variaciones climáticas. En el marco de este proyecto se planteó realizar un estudio en tres localidades diferentes, Saldaña en Colombia, Ferreñafe en Perú y Parral en Chile aplicando la tecnología AWD.  Durante los dos primeros años de este proyecto parcelas experimentales contrastando el manejo de riego convencional con dos alternativas de AWD. En cada sitio de estudio fue posible generar en dos ciclos indicadores de producción (rendimiento), impactos ambientales (emisiones de gases de efecto invernadero) y eficiencia en el uso de recursos en la finca (comparación de uso de agua y nutrientes).

Para el año 2021 se establecieron áreas de validación a escala comercial en predios seleccionados caracterizados por la agricultura familiar. Durante las evaluaciones a escala de campo (etapa de validación), el objetivo fue demostrar que las técnicas de manejo AWD permiten una importante reducción de consumo de agua y posiblemente costos sin afectar el rendimiento del cultivo.

Por otro lado, se realizó un estudio socio-económico que tiene como objetivo estimar los costos de producción y las implicancias económicas en el uso de agua, para poder identificar las posibilidades de aplicación de la tecnología en las zonas.