El Gran Chaco Americano ocupa 1.100.000 km2 en Argentina, Bolivia y Paraguay y es en la actualidad un hotspot mundial de deforestación para agricultura y ganadería. La intensificación ganadera está transformando al bosque, diverso y multiestratificado, en sistemas “sabanizados” (conocidos como sistemas silvopastoriles tradicionales) lo cual representa un proceso de deforestación diferida. Este proceso de cambio de uso de suelo ha ocasionado pérdida de biodiversidad y de servicios ecosistémicos, poniendo en peligro la resiliencia de los sistemas productivos frente al cambio climático. El manejo adaptativo para el uso múltiple del bosque integrando a la ganadería, se posiciona como una alternativa productiva considerando la conservación de los socio-ecosistemas de los bosques chaqueños.
La red permitirá un flujo de información entre sistemas productivos, profesionales y la administración pública, constituyéndose como una herramienta para fortalecer procesos de mejora continua en sistemas bajo manejo adaptativo y sustentable de bosque chaqueño.
El sistema común de monitoreo para evaluación dinámica de los procesos productivos, sustentado en un sistema jerárquico de principios, criterios e indicadores, facilitará abordar de manera objetiva y operativa la complejidad del concepto de sustentabilidad. El desarrollo de herramientas específicas para el monitoreo, como una metodología común, una app para registrar los relevamientos de indicadores y una base de datos unificada para alojar la información, facilitará el seguimiento de planes de manejo del bosque y su evaluación dinámica. Además, permitirá detectar falencias en distintas etapas de los procesos, necesidades de capacitación de productores, profesionales y agentes de la administración pública. Las herramientas permitirán análisis de sustentabilidad de procesos productivos a escala predial, territorial y regional.
El proyecto impactará sobre 2.000 beneficiarios directos, compuestos por pequeños y medianos productores, comunidades indígenas de Argentina y Paraguay y profesionales de los países socios.
Se esperan mejoras en el 80% de las fincas de la red, en tres dimensiones: ambiental, productiva y socioeconómica.
En el primer año, se construyó la base de datos con información sobre las experiencias de manejo de bosque con ganadería y experiencias de uso múltiple del bosque, que incluyó productores criollos (experiencias individuales y grupales), comunidades aborígenes y grupos de mujeres. Además se diseñó e implementó una guía para el mapeo de actores, inventariando las áreas de Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Salta e Irala Fernández.
En el área de innovación, se están desarrollando dos herramientas de monitoreo: Vehículos aéreos no tripulados para relevamiento de comunidades forestales y Análisis temporal de imágenes para la evaluación dinámica de bosques y otras comunidades vegetales.
Nuestro primer año de trabajo