El desarrollo de la tecnología y de la innovación es clave para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. En la visión de FONTAGRO, mecanismo conformado por 15 países de América Latina, el Caribe y España, el conocimiento es la herramienta elegida para transformar los sistemas agroalimentarios de modo que sean viables, inclusivos y sostenibles. Su plan de mediano plazo 2020-2025 (PMP) posiciona a FONTAGRO como espacio de articulación, cooperación y diálogo regional en torno a bienes públicos que aporten conocimiento e innovación.
El conocimiento no se improvisa en las instituciones de investigación. Se aplica de una manera organizada, optimiza los recursos puestos a disposición y así logra el máximo impacto de los proyectos. Esto no es incompatible con la creatividad y los procesos de abajo-arriba que son imprescindibles en la generación de conocimiento.
Muchas instituciones actualizan continuamente sus procesos de gestión de conocimiento (GC). Es el caso de los institutos de investigación agropecuaria y agroalimentaria (INIAs) que en en países de América Latina y el Caribe gestionan entre el 20 y el 80% de los fondos no empresariales dedicados a la investigación agrícola (Garcia-Alvarez-Coque et al. 2020). FONTAGRO, como fondo de promoción de la investigación, también se ha ocupado de la mejora de la GC, siguiendo el mandato de su Consejo Directivo (CD). Esto le ha permitido no sólo preparar convocatorias y seleccionar proyectos co-financiados sino también hacer que sus resultados sean más visibles y accesibles.
Como foro para la discusión de tema prioritarios para la región, FONTAGRO ha avanzado en la identificación de las necesidades de los institutos de los INIAs, de cara a reforzar la cooperación en el ámbito de la GCyC e impulsar así su propia estrategia de gestión de conocimiento.
¿Cómo se puede avanzar? Lo primero es conocer la situación. En este blog exponemos las preguntas que los responsables de GC de un instituto de investigación pueden formularse en un test de autodiagnóstico de su organización. Para formular el test, la Secretaría Técnica Administrativa (STA) de FONTAGRO, en colaboración con un equipo de especialistas en GCyC, realizó una revisión conceptual de la gestión de conocimiento, teniendo en cuenta las tendencias en conceptos como la ciencia abierta (UNESCO, 2021), la orientación de la investigación hacia retos sociales y ambientales (Mazzucato y Penna, 2020), la consideración de la cuádruple y quíntuple hélices en los sistemas de innovación (Carayannis et al. 2018), la digitalización de la información (Klerkx et al. 2019) y la necesidad de establecer métricas de evaluación pluridimensional (ASCB, 2021; FOLEC, 2021), entre otros temas.
Las cuestiones fueron planteadas de modo que se llegara un cuestionario que abarcase varias dimensiones de la GC pero a la vez que no fuera exhaustivo. Una versión del test fue lanzada durante un taller en mayo de 2021, en el marco de un ejercicio estratégico realizado por personas representantes de las organizaciones de la red de FONTAGRO. Es una información de utilidad para el nuevo plan de FONTAGRO en gestión de conocimiento y comunicación para el período 2020-2025 que está siendo elaborado bajo la coordinación de la STA y las directrices del CD.
Interés de los INIAs por la Gestión de Conocimiento
Como gestión de conocimiento entendemos todos aquellos procesos que motivan a generar, utilizar y compartir conocimiento, buenas prácticas, aprendizaje y experiencia. Lógicamente, en el concepto se incluye la capacidad de proceso de información pues una infraestructura de datos adecuada puede potenciar radicalmente el alcance de los procesos. Por otro lado, en el ámbito que nos ocupa, toda la GC está supeditada a los objetivos de las organizaciones, y por tanto, adaptada a su misión y visión. En el caso de FONTAGRO y sus miembros, los objetivos se orientan a transformar los sistemas agroalimentarios de manera sostenible e inclusiva, lo que supone uno de los mayores retos con que se enfrenta el planeta.
Un ejercicio revelador ya fue realizado en un Taller sobre gobernanza de la I+D+i, el cual fue celebrado en el contexto de la XVII Reunión del Sistema Iberoamericano de INIAs en Guayaquil, del 1 al 3 de octubre de 2018. Se solicitó a representantes de 20 institutos de investigación que compartieran buenas prácticas sobre cómo gobernar el sistema de conocimiento e innovación agrícolas. Para ello, los participantes realizaron una identificación de fortalezas y retos en muchos temas, algunos de ellos muy relacionados con la GC. En la tabla siguiente destacamos algunos resultados, que se detallan en Garcia Alvarez-Coque et al. (2020).
Tabla 1. Fortalezas y retos de la Gestión de Conocimiento de los INIAs (201
Fuente: Taller de la Red Iberoamericana de INIAs (Guayaquil, octubre de 2018).
En este ejercicio ya se constató el interés de muchos INIAs de reforzar áreas organizativas, partiendo de su buen posicionamiento en la investigación orientada a la práctica. En su visión, debería abordarse el reto de fortalecer las colaboraciones con el sector privado, así como actualizar capacidades e infraestructuras.
La experiencia de 2018 animó a la STA a revisar y sistematizar el auto diagnóstico, esta vez con mayor grado de profundidad y más focalizado en las tendencias actuales de cara a la elaboración de un plan específico de GC para FONTAGRO.
El test de diagnóstico
Entre el 18 y el 20 de mayo de 2021 se celebró el Taller de FONTAGRO centrado en GCyC. Esta vez en formato virtual, aprovechando las posibilidades ofrecidas por las nuevas tecnologías, que permiten la realización de encuestas online y su discusión en grupos. El Taller contó con la participación activa de personas expertas delegadas por el CD bajo la característica común de estar desarrollando actualmente funciones técnicas relacionadas con GCyC. Tres días de dinámica permitieron evaluar la situación de una quincena de institutos, en 14 preguntas clasificadas seis dimensiones:
- GC en la estrategia de la institución
- Calidad de los proyectos de I+D+i
- Adopción de enfoques de Ciencia Ciudadana
- Vinculaciones prácticas con empresas y organizaciones.
- Dotación de infraestructuras para una gestión ágil de la información.
- Procesos de evaluación que garanticen el impacto de los proyectos y el seguimiento de resultados.
Las cuestiones contempladas se refieren al grado en que las organizaciones realizan funciones concretas relativas a la GC. Se detallan en la Figura 1. Se solicitó a los participantes que valorasen:
- El nivel de prioridad que estas cuestiones tienen en la GC de los INIAs (1 = nada prioritaria; 5 = totalmente prioritaria).
- El grado en que estas cuestiones están implementadas o si requieren de mayor desarrollo (1 = nada desarrollada; 4 = completamente desarrollada).
- La dificultad en la implementación de cada resultado (1 = nada difícil; 5 = absolutamente difícil).
Figura 1. Cuestiones para el autodiagnóstico de Gestión de Conocimiento
Fuente: Equipo de la Secretaría Técnica Administrativa de FONTAGRO.
Mapa de prioridades
Los resultados de la evaluación se examinaron mediante un mapa de las prioridades y de su grado de desarrollo. Este mapeo muestra las valoraciones promedio realizadas por el grupo de trabajo durante el Taller (Figura 2). Las dimensiones situadas por encima de las valoraciones promedio en el eje vertical, son clasificadas como muy importantes. Las que están a la derecha del promedio en el eje horizontal, son las más desarrolladas. Así en el cuadrante superior derecho tendríamos cuestiones en las que ya se está trabajando y que siguen siendo relevantes para los institutos. Estos son los factores clave. Los temas ubicados en el cuadrante inferior derecho son factores que deben mantenerse, y aunque están desarrollados actualmente no tienen un grado elevado de prioridad.
Asimismo, también se pueden identificar oportunidades o áreas relevantes a corto y a largo plazo. Así las cuestiones o dimensiones ubicadas en el cuadrante superior izquierdo son prioridades a corto plazo puesto que su interés actual es substancial, mientras que su grado de desarrollo es inferior a la media. Finalmente, las acciones o dimensiones estratégicas ubicadas en el cuadrante inferior izquierdo son prioridades a largo plazo. Por lo tanto, la importancia estratégica de estos factores aún se encuentra en una etapa inicial pero no significa que a medio o largo plazo dejen de ser oportunidades para la institución.
Figura 2. Mapeo de cuestiones relativas a la Gestión de Conocimiento, caracterizadas por su grado de prioridad y su grado de desarrollo.
Nota: el tamaño de los círculos denota el grado de dificultad en el desarrollo del tema correspondiente.
Fuente: Taller de FONTAGRO sobre Gestión de Conocimiento y la Comunicación, 18, 19 y 20 de mayo de 2021.
En general, todas las dimensiones “puntuaron”, es decir, como muy poco algunas fueron consideradas como de prioridad media. Por otro lado, casi todas las materias se han acometido en grado mayor o menor, aunque también existe una pluralidad de situaciones entre los INIAs que fue revelada por preguntas complementarias. Por ejemplo, cuando se preguntó al grupo de 16 expertos encuestados si consideran que el personal de I+D está suficientemente capacitado para la divulgación científica, las respuestas se repartieron a partes iguales: la mitad consideraba que poco o nada, y la otra mitad, que mucho o bastante. Esta diversidad de situaciones también se refleja en las otras respuestas lo que abre una oportunidad a la sinergia y la cooperación entre institutos.
La Gestión de Conocimiento es estratégica, pero subsisten prácticas por desarrollar
Como una dimensión clave se destacó la necesidad de incorporar la GC en la estrategia de las organizaciones de I+D+i. A este respecto, un instituto no debe preguntarse sólo sobre qué investiga (la misión de los INIAs) sino cómo se investiga. Otras prioridades clave del autodiagnóstico fueron la necesidad de abordar alianzas estratégicas con agentes del sistema de innovación, la orientación de los proyectos hacia un impacto verificable, el apoyo al personal de I+D en la elaboración de trabajos y la revisión por pares de la calidad de los mismos.
También con alta prioridad, pero quizás en un estado más incipiente están el asesoramiento al personal en la preparación de convocatorias y la aplicación de prácticas de ciencia abierta. Son dos tipos de prácticas por desarrollar que requieren de competencias adecuadas en el personal. Así, preparar una propuesta de investigación requiere de una formulación convincente. Cuando hablamos de acceso abierto no sólo nos referimos a la voluntad de hacer públicos y gratuitos los resultados de nuestras investigaciones, sino de metodologías concretas para autoarchivar datos y publicaciones en repositorios accesibles para la sociedad y adecuada protección de la propiedad intelectual. Por otro lado, se trata de fomentar la participación y retro-alimentación de las sociedades rurales y urbanas en el sistema de conocimiento agro-alimentario.
En el cuadrante inferior izquierdo aparecen algunas dimensiones que, aunque no aparecen como en alto grado de implementación, no son consideradas de alta prioridad, al menos a corto plazo. Son las oportunidades a medio o largo plazo. Algunas son de carácter instrumental como la disponibilidad de herramientas de comunicación interna, de repositorios, y de infraestructuras digitales compartidas. Este tipo de herramientas requieren tiempo y recursos para estar en pleno funcionamiento en la era digital pero probablemente irán ascendiendo en la ordenación de prioridades. Otros aspectos tampoco muy desarrollados se refieren más a los incentivos al personal y en este capítulo incorporaríamos las métricas para evaluar la transferencia y las motivaciones para compartir conocimiento del dentro o fuera de las instituciones.
También en la jerarquía de prioridades de menor relevancia y niveles bajo o medio de desarrollo se encuentran las colaboraciones con el sector privado, tanto en términos de promoción de iniciativas empresariales como de información recibida de las necesidades de las empresas. Estas valoraciones de baja o mediana prioridad invitan a la reflexión sobre el funcionamiento del ecosistema de innovación, pues no aparece una percepción de urgencia.
Más allá del test
Por lo que respecta al autodiagnóstico realizado, establecer sistemas eficaces para gestionar el conocimiento es un aspecto clave de los centros de investigación, que requieren personal capacitado y actualizado. La inversión en capital humano se rentabiliza en términos de impacto, lo que significa en la visión 2030 garantizar la producción sostenible de la agricultura familiar y el derecho a la alimentación de millones de personas.
Los nuevos modelos de GC pueden facilitar comunidades de conocimiento con una mayor participación del sector privado, empresas, fundaciones, universidades y comunidades agrícolas y rurales.
FONTAGRO ejerce un papel de foro de gobernanza donde la cooperación entre institutos para el intercambio de buenas prácticas, directrices regionales y análisis comparado puede tener resultados positivos. La implementación de mecanismos adecuados para evaluar procesos y resultados parece fundamental.
A pesar de las limitaciones del ejercicio, el test de autodiagnóstico ofrece un punto de partida para discusión para la red de los INIA Iberoamericanos y en general para cualquier institución relacionada con el conocimiento.
Bibliografía
ASCB (2012) Declaración de San Francisco sobre la Evaluación de la Investigación, American Society for Cell Biology, https://sfdora.org/read/read-the-declaration-espanol/ (consultado en junio de 2021).
Carayannis E.G., Grigoroudis E., Campbell D.F., Meissner D., Stamati D. (2018). The ecosystem as helix: an exploratory theory‐building study of regional coopetitive entrepreneurial ecosystems as quadruple/quintuple helix innovation models. R&D Manage 48(1): 148-162.
FOLEC (2021). Foro Latinoamericano sobre Evaluación Científica. https://www.clacso.org/en/folec/ (consultado en junio de 2021).
Garcia-Alvarez-Coque, J. M., Saini, E., Esteban-Rodrigo, E., & Mas-Verdu, F. (2020). Governance of knowledge and innovation in the Ibero-American agri-food system. Spanish Journal of Agricultural Research, 18(4), e0112.
Klerkx, L., Jakku, E., & Labarthe, P. (2019). A review of social science on digital agriculture, smart farming and agriculture 4.0: New contributions and a future research agenda. NJAS-Wageningen Journal of Life Sciences, 90, 100315.
Mazzucato, M; Penna, C.C.R. (2020). La Era de las Misiones. ¿Cómo abordar los desafíos sociales mediante políticas de innovación orientada por misiones en América Latina y el Caribe? Banco Interamericano de Desarrollo. https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/La-era-de-las-misiones-Como-abordar-los-desafios-sociales-mediante-politicas-de-innovacion-orientadas-por-misiones-en-America-Latina-y-el-Caribe.pdf.
UNESCO (2021). Proyecto de recomendación de la UNESCO sobre la Ciencia Abierta. Reunión intergubernamental de expertos (Categoría II) relativa a un proyecto de recomendación de la UNESCO sobre la Ciencia Abierta. En línea, 6-7 y 10-12 de mayo de 2021. UNESDOC Digital Library Document code: SC-PCB-SPP/2021/OS-IGM/WD3. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000376893_spa.locale=en (consultado en junio de 2021).
Anexo. INIAs analizadas en el Taller de FONTAGRO sobre Gestión de Conocimiento y Comunicación (18, 19 y 20 de mayo de 2021)
- INTA Argentina
- INIAF Bolivia
- INIA Chile
- AGROSAVIA Colombia
- INTA Costa Rica
- INIAP Ecuador
- INIA España
- DICTA Honduras
- INTA Nicaragua
- IDIAP Panamá
- IPTA Paraguay
- INIA Perú
- IDIAF Rep. Dominicana
- INIA Uruguay
- INIA Venezuela
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Sobre FONTAGRO
FONTAGRO se creó en 1998 con el propósito de promover el incremento de la competitividad del sector agroalimentario, asegurando el manejo sostenible de los recursos naturales y la reducción de la pobreza en la región. El objetivo de FONTAGRO es establecerse como un mecanismo de financiamiento sostenible para el desarrollo de tecnología e innovaciones agropecuaria en América Latina y el Caribe y España, e instituir un foro para la discusión de temas prioritarios de innovación tecnológica. Los países miembros son: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En los últimos 25 años se han cofinanciado 195 plataformas regionales de innovación agropecuaria por un monto de US$139.7 millones, que ha alcanzado a 1809 instituciones y 35 países a nivel mundial.