El propósito del proyecto es innovar de manera resiliente y sostenible en los sistemas de producción hortícola de Panamá, Colombia, Costa Rica y República Dominicana, mediante el uso de modelos de agricultura vertical. La iniciativa busca incrementar la producción de alimentos en ambiente protegido, mediante la maximización de la superficie de cultivo disponible, para producir más plantas en el mismo espacio. Además, permite producir alimentos con menor uso del recurso hídrico, eliminando hasta en un 100% las aplicaciones de productos fitosanitarios, garantizando alimentos inocuos en menor tiempo, con una prolongada vida útil y con mayor calidad nutricional.

Promover la implementación de sistemas de producción hortícola mediante la validación de modelos de agricultura vertical, que faciliten el acceso a esta tecnología a pequeños y medianos productores de ALC, así como propiciar el intercambio de conocimientos y experiencias, a través de la cooperación técnica entre instituciones público-privadas, nacionales, regionales e internacionales, mediante la validación de modelos de agricultura vertical, aplicados a distintos escenarios en ALC.

El crecimiento acelerado de la población mundial, que podría llegar a los 10 mil millones en 2050, ha elevado la necesidad de producir alimentos de manera eficiente y eficaz. Además, se estima que, durante los próximos 50 años, los efectos producidos por el cambio climático, sumados a los principales desafíos de la humanidad en condiciones de incertidumbre (desempleo, pandemias, guerras, etc.), desempeñarán un papel fundamental en el desarrollo de la agricultura moderna, razón por la cual, la producción de alimentos debe aumentar, por lo menos, en un 60 por ciento. . En América Latina y el Caribe, uno de los fenómenos meteorológicos que afecta los sistemas productivos de la región es el fenómeno del “El Niño”. Durante este periodo, patrones normales de precipitaciones y de circulación atmosférica tropical se ven perturbados, lo que desencadena eventos climáticos extremos en todo el planeta que afectan significativamente el sector de la agricultura y ponen en riesgo la seguridad alimentaria de las naciones. Por esta razón, es urgente desarrollar alternativas innovadoras que optimicen la eficiencia de la producción agrícola en ALC. Para garantizar la seguridad alimentaria mundial y satisfacer las necesidades ante el aumento de la población mundial, la Agricultura Vertical se perfila como una alternativa sostenible y eficaz para la producción de hortalizas en ALC. La agricultura vertical es una tecnología innovadora para cultivar hortalizas sostenible e intensivamente, hacer uso eficiente del recurso hídrico, reducir las distancias entre el área de producción y abastecimiento, proveer productos alimenticios frescos e inocuos libres de pesticidas y contribuir a la autonomía alimentaria de la población al controlar elementos involucrados en el desarrollo fisiológico de las plantas de manera óptima. Los objetivos específicos dentro de esta iniciativa involucran la realización un diagnóstico técnico - económico sobre la Agricultura Vertical en cada uno de los países de la plataforma, la validación los modelos existentes destinados a la producción de cultivos en Agricultura Vertical en cada país, la implementación de estrategias de vinculación regional para impulsar la I+I+D de la Agricultura Vertical en ALC, además de la gestión y transferencia de conocimientos y tecnologías sobre esta temática.

El proyecto es congruente con las líneas estratégicas del Plan de Mediano Plazo (PMP) del FONTAGRO, especialmente con las líneas estratégicas: estrategias I (Fincas en Red, Resilientes y Sostenibles), estrategia II (Sistemas productivos, agroecosistemas y territorios sostenibles) y estrategia III (Alimentos, Nutrición y Salud), ya que permitirá la generación o implementación de una tecnología con alto potencial de adopción e impacto en los sistemas productivos y que favorezca la seguridad alimentaria de la población.

Los beneficiarios directos serán 1,300 productores familiares de los países participantes en el proyecto. Se estima que los beneficiario indirectos alcanzarían 6,500 personas, entre consumidores, sociedad en general y población de los países de la región. Adicionalmente, el proyecto alcanzará como mínimo a 150 investigadores y técnicos de instituciones públicas, por lo menos 10 comercializadores locales y otros actores del sector privado en los países del proyecto.