Plataforma de Aprovechamiento Integral de Frutales Andinos
Resumen ejecutivo
El volumen de producción mundial de fruta ha crecido alrededor de un 3% anual en la última década. Colombia es el quinto productor de frutales en Latinoamérica, con más de 95 tipos de fruta comercializada. En Colombia más del 85% de la producción agrícola proviene de pequeños productores en donde las mujeres juegan un papel muy importante. Las cadenas frutícolas andinas tienen problemas comunes de inestabilidad de precio, elevada intermediación en la comercialización con márgenes pequeños para el productor, asistencia técnica limitada, agroindustria poco desarrollada, deficiente infraestructura, aplicación incompleta de normatividad, pobre planificación en la siembra, manejo inadecuado de desechos y subproductos, y falta de estandarización de procesos de cosecha y pos cosecha, entre otros.
El proyecto tuvo como fin la construcción de un modelo sostenible de innovación de la cadena de la mora, lulo, maracuyá, guayaba y tomate de árbol mediante el empoderamiento de pequeños agricultores y transformadores de una región colombiana comprendida por el sur de Antioquia, norte del Tolima, Caldas y Risaralda. El proyecto caracterizó las zonas de producción y los sistemas de producción de frutales, incluyendo el uso de plaguicidas; promovió los cultivos orgánicos de maracuyá, guayaba y lulo; estudió varias alternativas para la
agregación de valor a los productos y subproductos; y estableció una estrategia de comunicación a los actores de las cadenas de valor, autoridades y a la sociedad en general.
Los resultados se implementaron a través del trabajo de una plataforma integrada por la Universidad Nacional de Colombia, CORPOICA, AKIS y la Universidad de Lleida de España y empresas procesadoras privadas como FRUGY S.A. de Colombia y otras.
La solución tecnológica
El proyecto promovió la introducción de una nueva variedad de mora sin espinas cuyo rendimiento productivo era cuatro veces mayor que el promedio nacional para la especie. También promovió el cultivo de lulo, con un rendimiento productivo más de tres vaces mayor que el promedio nacional.
Las otras soluciones tecnológicas fueron el reemplazo de productos químicos por orgánicos para el cultivo de frutales andinos y la promoción de buenas prácticas culturales. Estos resultaron en un eficiente control de plagas y eventualmente en la certificación como productos orgánicos de las pulpas de frutas procesadas por una de las empresas coejecutoras. De esta manera se logró acceso a un nicho de mercado en Europa.
Las otras soluciones tecnológicas consistieron en el procesamiento de los productos y resíduos de cosecha de los frutales Andinos, de manera que se les añadió valor, asi como resultaron en nuevos productos para el mercado.
Resultados
Se acompañó a los agricultores en la certificación de buenas prácticas agrícolas y producción orgánica para exportación. La introducción de material sin espinas de mora de Castilla y el buen manejo agronómico permitió cuadruplicar el rendimiento comparado con el promedio de rendimiento nacional. En lulo se encontró un rendimiento más de tres veces mayor al promedio nacional, siendo utilizado principalmente para la agroindustria.
Se promovió el reemplazo de productos químicos por los de origen biológico. Se observó un incremento del 40 % en el uso de controles biológicos y culturales. Con el incremento del 10% al 40% en el uso de reguladores biológicos, se disminuyeron los problemas de plagas en un 60%, 80% y 80% de los problemas evidenciados en mora, lulo y maracuyá, respectivamente.
La empresa Frugy logró la certificación orgánica de sus pulpas de fruta accediendo a un nuevo nicho en los mercados europeos.
Se desarrollaron prototipos de productos basados en distintos tipos de residuos. Las tisanas ricas en antioxidantes elaboradas a partir de los resíduos del tomate de árbol fueron las de mejor aceptación, si como los rellenos para panadería de pulpas de maracuyá y de guayaba.
Se estudió el uso de residuos lignocelulósicos y sus aplicaciones potenciales como empaques, partes para vehículos, soportes para enzimas y materiales de construcción.
Se lanzaron dos barras de fruta (mora y guayaba) que se encuentran actualmente en el mercado bajo la marca Conga y se han obtenido snacks con fruta de buena aceptación.
Se difundió información a través de la Web del proyecto (957 usuarios y 1334 visitas), 18 actividades de contacto masivo, 15 ponencias, 10 artículos, cuatro cartillas de divulgación , 19 notas de prensa y dos videos. Se capacitaron a 1276 personas y se realizaron una tesis de pregrado, tres de maestría y dos de doctorado.
Beneficiarios
Se estima que se puede haber beneficiado a unas 1200 familias productoras de frutas en la zona andina colombiana (400 directamente, 800 indirectamente). Estos agricultores se encuentran entre los grupos más vulnerables de esta zona, y se caracterizan por tener familias numerosas, donde las mujeres tienen una activa y a veces determinante participación en el proceso productivo. Por otro lado, los resultados también han beneficiado directa e indirectamente a las instituciones de I+D participantes, con el nuevo conocimiento adquirido.
Finalmente, se han beneficiado tanto a las más de 1276 personas capacitadas en el proyecto, como a los consumidores de productos saludables basados en los frutos andinos.
Objetivos de desarrollo sostenible
Organizaciones participantes
Ejecutor
- Universidad Nacional de Colombia (UNAL) - Colombia
Co-Ejecutor
- Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (CORPOICA) - Colombia
- IRTA - España
- AKIS - España
- FRUGY S.A. - Colombia