Estrategias tecnológicas y de políticas para reducir la vulnerabilidad al CC en el Cono Sur
Resumen ejecutivo
El Cono Sur de América Latina es una de las principales regiones productoras de alimentos del mundo. La expansión agrícola en los últimos 50 años ha sido muy consistente y significativa , habiendo aumentado el área de siembra de los granos de secano en 65 millones de hectáreas, el rendimiento a una tasa del 3.1% anual y la producción en 275 millones de toneladas. En general la agricultura se expande sobre suelos de menor aptitud agrícola (menor capacidad de almacenaje de agua, mayor riesgo de erosión). Simultáneamente, ocurre una intensificación sobre ecosistemas más frágiles, reemplazando pastizales nativos por pasturas cultivadas o cultivos anuales, tales como la soja. Si se comparan los períodos 1985-89 con 2002-04, se detecta una reducción del 9 % en el área de pastizales. En el mismo período hay un incremento del 18 % en tierras bajo cultivos agrícolas, y un 29 % en el área forestada (plantaciones comerciales). Posteriromente al 2004 continua la expansión agrícola liderada por el cultivo de soja. A esta situación se suma el cambio y la variabilidad climática que pueden tener dos efectos principales: variabilidad y pérdida de rendimientos y mayor degradación de suelos por erosión.
El proyecto tuvo como objetivo contribuir a la adaptación al cambio climático de los sistemas de producción agrícola actuales y en expansión de la región del Cono Sur, a través de la identificación de vulnerabilidades y de medidas de adaptación.
La solución tecnológica
El proyecto caracterizó el proceso de expansión e intensificación agrícola en la última década en el Cono Sur, utilizando imágenes satelitales e información de áreas y producción agrícola que reportan los países. La metodología fue utilizada por primera vez en cuatro de los países y permitió cuantificar la localización regional y dinámica espacial de la expansión.
El análisis de experimentos de larga duración diseñados para comparar el impacto de diferentes secuencias y manejos de cultivos representativos de 9 agroecosistemas, permitió identificar variables climáticas críticas para los diferentes agroecosistemas y cultivos. Se verificó gran variación en la capacidad de los suelos en mantener su productividad en sistemas agrícolas continuos, debido a la degradación por pérdida de carbono orgánico. En general, la siembra directa evidenció efectos significativos en los rendimientos debido a potenciales beneficios en la disponibilidad hídrica. Los sistemas productivos más diversificados y especialmente aquellos con pasturas de leguminosas forrajeras redujeron notablemente la variabilidad de rendimientos, tuvieron mejor performance productiva, y fueron siempre los de menor riesgo.
Resultados
En la región se cultivaron 30 millones de hectáreas en el ciclo 2000/01 y 42,9 millones en 2010/11, representando un incremento de 43%. Argentina posee más del 80% del total del área cultivada en la región. El país con mayor crecimiento en el período fue Uruguay (265%), seguido por Bolivia (127%), Paraguay (83%), Argentina (35%) y Chile (17%). El área de cultivos de invierno permaneció estable (+2%) disminuyendo su siembra como cultivo único (-66%) y aumentando la superficie de doble cultivo (+52%). El uso de suelo únicamente con cultivos de verano alcanzó el 78%. Los cultivos de verano desplazaron en la región chaqueña al bosque nativo por deforestación y en la región pampeana de Argentina y Uruguay remplazaron a pasturas naturales y cultivadas.
La agricultura pasada condujo a importantes disminuciones de las reservas de carbono orgánico del suelo (COS). Entre las tecnologías disponibles para revertir el proceso de degradación se encuentran la intensificación de las secuencias de cultivo, la inclusión de pasturas temporarias y verdeos, el laboreo conservacionista (particularmente la siembre directa) y la fertilización.
Los sistemas productivos más diversificados y en particular aquellos con pasturas de leguminosas forrajeras redujeron notablemente la variabilidad de rendimientos y sumado a su mejor performance productiva, fueron siempre los de menor riesgo.
La variabilidad interanual del clima, junto con la observada entre décadas explica más del 80% de la variación total de las series climáticas. La región se está calentando a una tasa promedio de 0.2ºC/década. En los próximos 10-20 años, las prácticas de adaptación al clima deberían enfocarse en acciones que reduzcan el impacto de la variabilidad interanual.
Se realizaron 14 talleres capacitando a un total de 47 investigadores.
Beneficiarios
Los beneficiarios directos fueron las decenas de investigadores participantes en el proyecto y los que se han beneficiado de las capacitaciones.
Los resultados han esta siendo tomados en cuenta para la elaboración de políticas sobre el uso de la tierra y para estimar el costo de alquiler de tierras, con lo que indirectamente, se beneficiarán los propietarios de tierras, la sociedad en general y el ambiente.
Objetivos de desarrollo sostenible
Organizaciones participantes
Ejecutor
- Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) - Uruguay
Co-Ejecutor
- Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) - Argentina
- Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) - Chile
- ANAPO - Bolivia
- DIA - MAG - Paraguay
- CAAPAS - Brasil
- Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trio (CIMMYT) - México
Asociado
- International Research Institute for Climate and Society (Columbia University - IRI) - Estados Unidos
- Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA) - Brasil
- Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur (PROCISUR) - Uruguay