Don Adrián Cayuqueo, miembro y presidente de la comunidad, llegó a este predio de Icalma, en 1983. Aquí comenzó a trabajar con ganadería bovina, ovina y caprina. Sin embargo, en la actualidad se dedica exclusivamente a la ganadería bovina de crianza.

Don Adrián Cayuqueo, miembro y presidente de la comunidad Cheuquen Nguilliu, llegó a este predio de Icalma, en 1983. Aquí comenzó a trabajar con ganadería bovina, ovina y caprina. Sin embargo, en la actualidad se dedica exclusivamente a la ganadería bovina de crianza, debido a los constantes ataque de depredadores como el puma, zorros y jaurías de perros, que han causado una gran mortalidad en el ganado menor.
La ganadería del sector se basa en un sistema de invernada-veranada, en el que los animales suben a las praderas que se encuentran en la parte alta de la montaña durante los meses de verano o cuando no hay nieve nieve (veranada). Durante el invierno, el ganado se traslada a los potreros cercanos a la vivienda, donde recibe forraje conservado.
Los mejores potreros alrededor de la vivenda se rezagan para producir heno y así alimentar al ganado en invierno. No obstante, esta producción no alcanza a cubrir las necesidad del rebaño, por lo que se ve la necesidad de comprar forraje conservado, como fardos, para cubrir la necesidad alimenticias de los animales.
Uno de los mayores desafíos que enfrentas las praderas es la falta de humedad, por lo que se han implementado algunos programas de riego en la zona. En este contexto, el equipo de investigación y extención del Centro Regional INIA Carillanca de INIA, en conjunto con la comunidad, busca aumentar la producción de forraje mediante un sistema de riego más eficiente, que además automatice ciertos procesos. Esto permitiría a los productores gestionar sus actividades de mejor manera, sin que ninguna de ellas se vea perjudicada.