En un esfuerzo por abordar los desafíos del cambio climático y mejorar la seguridad alimentaria de las comunidades indígenas Mapuche en Argentina y Chile. En el 2017 FONTAGRO financió un proyecto que sirvió de catalizador para identificar nuevas tecnologías e innovaciones que fortalezcan el sistema de producción ganadera tradicional de pequeños agricultores indígenas en Argentina (Patagonia) y Perú.
En el corazón de esta nueva iniciativa se encuentra una colaboración trascendental entre científicos y extensionistas de Argentina, Chile y Nueva Zelanda. Su objetivo es claro: propone una nueva iniciativa a mayor escala que no solo beneficie a estos países, sino que también siente las bases para la adopción de tecnología e innovación en comunidades indígenas latinoamericanas, marcando un hito crucial en la historia de la agricultura sostenible.
En Argentina, el área de estudio se concentrará en el norte de la Patagonia, hogar de numerosas comunidades Mapuche que ocupan partes de las provincias de Río Negro y Neuquén. Estas comunidades, organizadas en consejos zonales y respaldadas por leyes que protegen sus derechos, son fundamentales para el éxito del proyecto. La relación entre el INTA y las comunidades Mapuche se basa en la colaboración y el respeto mutuo, con cada proyecto obteniendo la aprobación de las autoridades locales.
El cambio climático plantea desafíos significativos para la región, con proyecciones que indican una disminución en la precipitación y un aumento en las temperaturas. Esto ejerce presión sobre los sistemas agrícolas y la vida de las comunidades, afectando la disponibilidad de alimentos y agua para el ganado, y aumentando el riesgo de incendios forestales.
Esta nueva propuesta generada, no solo identifica los problemas, sino que también propone soluciones innovadoras. Desde la instalación de parcelas demostrativas hasta la evaluación de la adaptación de cultivos locales, se están implementando estrategias adaptativas para mitigar los efectos del cambio climático y promover la sostenibilidad.
Finalmente, el impacto del proyecto se extiende más allá de las comunidades locales. Las parcelas de demostración se convierten en casos de éxito que se comparten con otras comunidades rurales, ampliando su adopción a nivel nacional e internacional. Además, el proyecto abre oportunidades para el agroturismo rural y la valoración de la agricultura culturalmente diversa.
Con el respaldo financiero de FONTAGRO y el Gobierno de Nueva Zelanda, el Proyecto "Facilitando la Resiliencia de la Agricultura Inteligente ante el Clima en las Comunidades Indígenas de América Latina está en camino de transformar la agricultura indígena en Argentina y Chile. Es un ejemplo inspirador de cómo la colaboración y la innovación pueden enfrentar los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo y construir un futuro más sostenible para todos.
