Además de ser el responsable de los impactos de las distintas tecnologías agropecuarias en la aptitud industrial de cultivos por más de 20 años, cordinó el área de Agroalimentos de INIA.
Desde este grupo buscamos generar información científica y tecnológica sobre procesos y productos agroalimentarios que contribuya al agregado de valor, aceptabilidad de los mercados y competitividad de las cadenas agroindustriales, con énfasis en inocuidad, valor nutricional y calidad sensorial. Por ello, estamos articulando tanto en la interna del instituto, como con todo el sistema agroalimentario uruguayo, buscando sinergias y potenciar capacidades.
Los proyectos y actividades relacionadas con esta temática dentro de INIA están bajo mi responsabilidad, tanto como investigador como representante institucional en distintos ámbitos.
Como investigador, dedico parte de mis actividades a los cultivos de secano (trigo, cebada, soja, sorgo y colza principalmente, y en momentos puntuales a girasol, maíz, avena y triticale), pero la mayor parte de mi tiempo lo dedico al trigo, interactuando con todos los eslabones de la cadena.
Paralelamente, la demanda local e internacional por agroenergías incluye la propuesta del uso de cultivos como posibles materias primas. Mis trabajos en esta área me llevaron a ser el coordinador de INIA en agroenergías, liderando proyectos tanto a nivel nacional como internacional.