Para consolidar la colaboración entre FONTAGRO Y CoSAI (Comisión en Intensificación Agrícola Sostenible), el 26 de agosto, ambas instituciones organizaron un webinar de presentación y discusión de las experiencias exitosas de la innovación y la investigación en agricultura y sistemas alimentarios.
Para dar apertura al evento, Julio Berdegué (Subdirector General de la FAO y Representante Regional para América Latina y el Caribe) destacó la innovación cómo un elemento indispensable para ser más eficientes, inclusivos y resilientes.
Seguidamente, comentó que la CoSAI es una comisión independiente conformada por 21 expertos, cuyo objetivo es impulsar y apoyar la innovación en los sistemas agrícolas para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, con la visión de ampliar la disponibilidad de alimentos asequibles, seguros y nutritivos, un entorno natural saludable y la reducción de la pobreza y la desigualdad.
Advirtió que los gobiernos y las empresas privadas invierten miles de millones de dólares cada año en innovación agrícola para el Sur Global. Pero la mayoría de las inversiones no apoyan la sostenibilidad ambiental y no benefician a las personas más pobres. “¿Qué necesita cambiar?”, preguntó. Para responder ese interrogante, dijo qué CoSAI está reuniendo evidencia existente y ha encargado estudios importantes en áreas donde existen brechas críticas, desarrollando métricas y reportes.
Para profundizar un poco más sobre la labor de CoSAI, Ruben Echeverria (Presidente CoSAI) explicó que la Comisión está explorando preguntas claves, a través de una serie de estudios en los que participan las partes interesadas e investigación pública.
Con la necesidad de intensificar la innovación en agricultura sostenible, desarrollaron grupos de trabajo para explorar estas preguntas más a fondo, identificar métricas e indicadores para darle seguimiento y aportar evidencia en sectores públicos y privados. “Debemos aprender que está pasando en la región, y promover más y mejores innovaciones, compartir ejemplos para lograr resultados a escala”, puntualizó.
Comentó además, que la comisión no considera la agricultura industrial en el análisis, se enfoca en la agricultura familiar dado que representa el 80% en el Sur Global y la mitad del empleo. “No buscamos una solución única, las realidades son diversas y las soluciones también tienen que ser diversas”, argumentó.
Echeverría volvió a destacar la necesidad de intensificar la producción de alimentos frente a una demanda creciente, dónde el Covis-19 lo puso aún más de manifiesto, en un marco sostenible, con soluciones agronómicas que apunten a la biodiversidad, menores emisiones de gases de efecto invernadero, a la regeneración de los suelos, mínimo laboreo, manejo de plagas, rotación de cultivos, etc.
Presentando algunos resultados, el presidente de CoSAI indicó que del total de inversiones en innovación que se realizan actualmente, sólo el 7% tiene consideraciones ambientales, en ese sentido mencionó “Las inversiones son pocas, pero las necesidades son muchas. La buena noticia es que gran parte del financiamiento se destina a investigación en el manejo del agua, ello podría lograr buenos resultados en mitigar el hambre”.
Antes de dar paso al siguiente panelista, Rubén Echeverría reflexionó “Tenemos que presentar evidencias tecnológicas que busquen el cómo, no queremos repetir la lista de preguntas, no tenemos tiempo. Debemos promover como reorientar recursos a soluciones innovadoras y sostenibles”
A continuación, Rodomiro Ortíz (Universidad de Ciencias Agrícolas de Suecia) explicó que América Latina y el Caribe (ALC) es una región capaz de alimentar su población y más. Indicó que la brecha de rendimiento promedio de los países de ALC actual es de alrededor del 70%, con lo cual, hay espacio suficiente para seguir aumentando los excedentes alimentarios y el camino para lograrlo es la Intensificación Agrícola Sostenible (IAS).
Luego, Ortíz habló de las consultas regionales realizadas en el año 2014, en la cual participaron instituciones académicas, institutos de investigación nacional y gobiernos, y se identificaron 10 áreas de acción para promover la IAS en ALC.
De ellas, se destacan las brechas de rendimiento de agricultura y ganadería con mayor importancia. Le siguen la definición de indicadores y vías de impacto para monitorear y asistir a los hacedores de políticas para promover incentivos a través de políticas; adaptación y mitigación del cambio climático; uso de técnicas de información y comunicación para compartir conocimientos y apoyar las decisiones acertadas en las IAS; fortalecimiento de cooperativas, creación de organizaciones locales y vinculación de productores a los mercados; análisis de las interfases entre agricultura y un sistema alimentario sostenible; mapeo preciso de la estructura de los establecimientos en la agricultura de ALC; rehabilitación de tierras degradadas; reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos en toda su cadena de valor; y por último, reducción de la deforestación.
Luego, Ximena Rueda (Comisionada CoSAI y Profesora Universidad de los Andes) comentó que la Comisión puso la mirada en los instrumentos de pago por conservación, dado que el pago por servicios ambientales es un gran incentivo para promover la intensificación sostenible de la agricultura en el Sur Global, y en ese sentido comentó “los pequeños productores están deseosos de tomarlos para conciliar los intereses ambientales, de seguridad alimentaria y la economía familiar”.
Para ello, la Comisión realizó un análisis de los mecanismos financieros de conservación para identificar los efectos en conservación y medios de vida; elementos de diseño, implementación mecanismos de cumplimiento que determinan su efectividad, y elementos del contexto que han contribuido a su éxito.
Aclaró, que el espectro de incentivos va desde mecanismos regulatorios hasta los voluntarios, y para este estudio se enfocaron en los mecanismos híbridos o de mercado.
Comentando algunos resultados del estudio, Rueda indicó que el énfasis está puesto en deforestación y provisión de agua, pero nada o casi nada en biodiversidad o en otros biomas como el Gran Chaco. Destacó que el capital social de las comunidades y la presencia de sistemas de extensión es crítico para asegurar el éxito.
Para concluir, Ximena Rueda dijo que los siguientes pasos del estudio serán realizar una mesa redonda (auspiciada por CoSAI, IUCN, Alliance Biodiversity In & CIAT, CODS), redactar un artículo final y un documento de política pública.
La segunda parte del diálogo estuvo enfocada en casos concretos de intensificación agroalimentaria sostenible, moderado por Eugenia Saini (Secretaria Ejecutiva de FONTAGRO) quien expresó “Desde FONTAGRO apoyamos la innovación de la agricultura promoviendo la ciencia y el trabajo colaborativo en red. Los proyectos FONTAGRO son claros ejemplos de cómo se ha avanzado en la región”.
Seguidamente, para hablar de experiencias del sector privado en América Latina, Osiris Ocando (Bayer) comentó los retos que nos enfrentamos ante una población en crecimiento, recursos limitados y la presión sobre los ecosistemas, y advirtió que la agricultura sostenible es clave en la provisión de soluciones”.
Frente a ese contexto, la disertante explicó los caminos a seguir por Bayer están enfocados a poner la sustentabilidad en el centro y vincularla con la investigación y desarrollo de tecnología, crear valor de forma transparente para equilibrar las necesidades de los agricultores con las expectativas de la sociedad.
Luego explicó que Bayer definió 3 pilares estratégicos para transformar la agricultura: la innovación, la transformación digital y establecer nuevos estándares de sostenibilidad.
Con el compromiso de transformación para 2030, la empresa apunta a reducir un 30% GEI emitidos en el campo, producir cultivos con mayor rendimiento con menos recursos naturales e insumos, apalancados en los cultivos de cobertura, fitomejoramiento, riego variable, agricultura de precisión, labranza cero, etc. La iniciativa de Bayer se dirige a empoderar a los pequeños agricultores para que accedan a soluciones agrícolas sostenibles.
El siguiente panelista fue Santiago Fariña (INIA Uruguay) quien compartió la experiencia del Proyecto FONTAGRO en Intensificación sostenible en lechería en el cono sur.
Fariña advirtió en ALC cuenta con recursos naturales para producir leche y es una oportunidad única, no obstante, la productividad es baja. A partir de allí, surge el desafío de crecer en productividad, pero de una forma que genere más ingresos para las familias y garantice su bienestar y sin generar impactos negativos en el ambiente.
Frente a ese reto, se juntaron 11 países miembros de FONTAGRO para trabajar en el terreno, con miradas y métricas muy diversas frente al mismo sistema.
“El proyecto arrancó consensuando indicadores que miren aspectos de sostenibilidad, económicos y sociales, para establecer un lenguaje común. Luego pasamos a un diagnóstico y modelar estrategias para ver el impacto. Hoy estamos validando y terminando de ver experiencias reales de implementación en fincas de productores” dijo el Investigador.
Establecidos los modelos de producción, aplicables a todos los sistemas lecheros de ALC, realizaron talleres de capacitación para brindar herramientas simples, de bajo costo y alto impacto. “Queremos poner la región en el mapa en términos productivos”, indicó.
Concluyendo, Santiago Fariña llamó a co-innovar, involucrando a los usuarios de la tecnología para garantizar su mayor adopción.
Para hablar del sector cafetero, César Echeverri Castaño (TECNiCAFÉ”, Colombia) destacó la importancia del cultivo en la identidad del país y su impacto en la economía de las familias rurales.
“En Colombia, el 90% del café que se exporta se transforma en destino”, indicó el panelista. Frente a ese escenario, a partir del año 2006, comenzaron un proceso de investigación y desarrollo para producir café de alta calidad y agregar valor en toda la cadena. En 2015 se constituye una alianza público-privada, con la Corporación Parque Industrial Tecnológico de innovación TECNiCAFé para mejorar el mundo del café a través de la innovación. Echeverri Castaño explicó que aplican las “5R” para la mitigación y adaptación para la resiliencia al cambio y variabilidad climática: racionalización de la oferta y la demanda; reducción de la huella ecológica de producción y consumo innecesario; reutilización de residuos; regeneración y recuperación de los ecosistemas.
Desde 2017 se dinamiza el núcleo de innovación en café y caficultura con todos los actores para identificar y asumir los retos y desafíos del sector, constituyendo a la caficultura en un instrumento de paz y reconciliación a través de jóvenes caficultores “el programa involucró 17 mil jóvenes de escuelas. La caficultura es una herramienta para sacar a los jóvenes de la guerra, la formación les dará bienestar y progreso”, reflexionó.
Concluyendo este panel, Eugenia Saini apuntó “Es clave un trabajo más cercano a la ciencia y en el territorio involucrando a numerosos actores, el agregado de valor y la inclusión de los jóvenes, la agricultura es parte de la solución”
Finalizando el Diálogo sobre innovación en la intensificación agroalimentaria sostenible en ALC, Julio Berdegué dijo “Ha sido una conversación fascinante. Vemos que estamos llenos de soluciones, el desafío es llevarlas a gran escala y no queden como pequeñas experiencias. La ciencia y la innovación tienen que poner más atención en incentivos y financiamiento para alcanzarlo. La innovación era de los expertos y los científicos, pero ya no es más así, sin colaboración no hay intensificación sostenible en la escala que necesitamos”.
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Sobre FONTAGRO
FONTAGRO se creó en 1998 con el propósito de promover el incremento de la competitividad del sector agroalimentario, asegurando el manejo sostenible de los recursos naturales y la reducción de la pobreza en la región. El objetivo de FONTAGRO es establecerse como un mecanismo de financiamiento sostenible para el desarrollo de tecnología e innovaciones agropecuaria en América Latina y el Caribe y España, e instituir un foro para la discusión de temas prioritarios de innovación tecnológica. Los países miembros son: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En los últimos 25 años se han cofinanciado 195 plataformas regionales de innovación agropecuaria por un monto de US$139.7 millones, que ha alcanzado a 1809 instituciones y 35 países a nivel mundial.