
A pesar de su importancia social y nutricional y esfuerzos de investigación y desarrollo, el arroz en Centroamérica muestra baja productividad y difícilmente puede competir con la producción del Cono Sur o de Norteamérica. Si a lo anterior agregamos amenazas fitosanitarias la situación se vuelve más difícil.
En este marco el complejo ácaro-hongo-bacteria (CAHB) se transformó́ en una amenaza para la producción sustentable de arroz en la región. Fue reportado por primera vez en Cuba (1997) donde las pérdidas de rendimiento llegaron al 80%; y posteriormente en Haití́, República Dominicana, y más tarde en la región Centroamericana, en donde las pérdidas alcanzaron el 60%. En respuesta a este reto, se conformó́ un consorcio de investigación compuesto por CIAT (Colombia); la Corporación Nacional Arrocera (CONARROZ) y Semilla Nuevo Milenio (SENUMISA) (ambas de Costa Rica), el INTA (Nicaragua), y el IDIAP (Panamá); quienes consensuaron el proyecto “Desarrollo de Tecnologías para el Control del Nuevo Complejo de Plagas Acaro-Hongo-Bacteria Presente en Centro América y Colombia”. De esta forma, la iniciativa ha logrado contribuir a la producción sostenible del arroz, mediante el incremento de los rendimientos y la calidad, la reducción de costos de producción, la desaceleración de la degradación ambiental causada por el excesivo uso de plaguicidas, y la vez que favoreciendo la rentabilidad y competitividad del cultivo.
La solución tecnológica consistió en una combinación de elementos potenciados por la colaboración entre miembros del consorcio y un intercambio constante de experiencias y conocimientos. El primer elemento se materializó a partir de investigación básica de laboratorio para diagnosticar el ácaro y la bacteria del CAHB por medios convencionales y moleculares. Este conocimiento estandarizado se compartió con todos los miembros del consorcio.
El segundo elemento facilitó la evaluación y validación de nuevos materiales genéticos con potencial de mostrar tolerancia al complejo o sus componentes. Varios de estos fueron registrados y liberados por los programas nacionales
El tercer elemento basado principalmente en investigación aplicada dilucidó estrategias y protocolos (fertilidad, épocas de siembra y otras prácticas culturales) para minimizar los efectos nocivos del CAHB y el último elemento, para complementar los anteriores, impulsó la capacitación y difusión del conocimiento generado.
Se diagnosticó la presencia del ácaro S. spinki y la bacteria patogénica B. glumae por medios convencionales y moleculares. Ambos protocolos fueron estandarizados por CIAT y transferidos mediante un curso-taller a los investigadores de las organizaciones del consorcio.
El componente de difusión de la tecnología fue un tema central del proyecto. Se organizaron tres talleres regionales de intercambio entre especialistas; días de campo; charlas y participación en congresos científicos.
La publicación de materiales didácticos para productores y técnicos fue significativa. Algunos temas permitieron desarrollar tesis de grado y una a nivel de doctorado. Mediante el taller de diagnóstico convencional y molecular de B glumae se crearon capacidades y fortalezas para efectuar análisis de manera estandarizada. En el caso se extensionistas fue posible capacitar 174 en cursos teóricos y 143 en prácticas de campo.
Este proyecto contribuye activamente al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promoviendo un desarrollo regional más equitativo, resiliente y sostenible.






Ismael Camargo

Marcos Antonio Medina Zambrano
El impacto tangible de la ciencia y la tecnología en el campo
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