El recurso agua, sin el cual no habría vida en el planeta, centró los intereses de los proyectos que FONTAGRO y sus co-financiadores están ejecutando en los países latinoamericanos.
De igual forma, el cacao, producto emblemático del continente americano, pues su origen está hacia la zona norte de Sudamérica, podría perjudicarse en el mercado mundial, debido a la calidad de los suelos, mientras que el bolsillo de los pequeños productores de banano orgánico podría verse afectado de no adoptar prácticas que hagan sostenible y rentable sus cultivos.
Estos y otros temas hacen parte de una nueva revisión a los proyectos que FONTAGRO tiene en ejecución. Uno de los mayores dolores de cabeza que está representando para los cacaocultores latinoamericanos es el posible veto de los mercados a este grano debido a la presencia de cadmio en buena parte de los suelos de cultivo. Recordemos que este elemento pesado es altamente tóxico a niveles de exposición muy bajos, con efectos en las plantas y todos los seres vivos, además, la naturaleza no degrada este elemento haciendo así más compleja la situación de residualidad en las plantaciones de cacao. El cacao representa 3,4% de las exportaciones mundiales y los países de América Latina contribuyen con el 14,42% de esa oferta.
De esta manera, el proyecto de FONTAGRO Plataforma multiagencia de cacao para América Latina y el Caribe “Cacao 2030-2050”, indica la necesidad de ejecutar planes regionales para que se reduzcan los niveles de contaminación por cadmio y analizará los posibles efectos socioeconómicos de esta situación entre los productores del grano. Como soluciones se plantean tres aspectos: una metodología de laboratorio que permita identificar las concentraciones de cadmio, una segunda es la construcción de mapas que identificarán las zonas con presencia de cadmio y, en tercer lugar, lograr materiales de siembra, con genética superior, así como recomendaciones de buenas prácticas de fertilización y control sanitario.
Por otro lado, el proyecto ‘Escalando mejora continua en banano orgánico de exportación familiar (BOFX)’, busca encontrar solución a tres problemas que en la actualidad enfrentan las familias productoras de la fruta en República Dominicana, Ecuador y Perú.
Dichos retos son los brotes de plagas como los llamados Trips de la mancha roja, la demanda creciente que encarece los nutrientes permitidos por las certificadoras y los eventos climáticos que afectan la producción y la productividad de la fruta. Para ello, se plantean buenas prácticas de manejo para el cultivo en aspectos como; procesos de fertilización, control de plagas, empaque y disposición final de los residuos que deja la plantación. Vale la pena destacar que el 91% del banano orgánico plantado en el mundo se distribuye en cinco países: República Dominicana, con 20.350 hectáreas, Ecuador (13.200 has.), Filipinas (5.500 has.), Perú (4.900 has.) y México que cuenta con un área sembrada de 3.100 hectáreas.
El proyecto ‘Arroz con menos emisiones y menor consumo de agua’, con incidencia en Colombia, Chile, Perú y Uruguay, plantea la necesidad de morigerar las consecuencias negativas para el medio ambiente del sistema de cultivo con la práctica de la inundación de los lotes. De esta forma, el proyecto aborda la necesidad de adoptar prácticas de cultivo como la alternancia de la inundación de los lotes con periodos de secano, dependiendo de los ciclos vegetativos del cultivo.
Por ahora, se establecieron parcelas demostrativas en tres localidades arroceras de Colombia, Perú y Chile con el fin de contrastar indicadores de producción, sus impactos ambientales y la eficiencia en el uso del recurso agua. También se analizarán las variaciones (positivas y negativas) de los costos de producción de las parcelas y, en caso de favorecer a los productores, se sugerirá a los tomadores de decisión de los gobiernos este tipo de prácticas agrícolas.
En países como Colombia, el arroz hace parte fundamental de la dieta de la población, mientras que en los países latinoamericanos, unos 800.000 productores viven de este cultivo en fincas de hasta 3 hectáreas, mientras que Brasil, Argentina, Perú, Colombia y Ecuador representan el 2,14% de la producción mundial. Por su parte, China, India, Indonesia, Bangladesh, Vietnam y Tailandia producen más del 80% del volumen mundial.
En relación al proyecto ‘Alerta temprana para el manejo del Tizón tardío de la papa’, se propone la formación de una plataforma que agrupe a los especialistas en la plaga Tizón Tardío que afecta a los cultivos de papa, que sirva de herramienta para la toma de decisiones en las fincas familiares productoras. Se ha de tener en cuenta, que las alertas tempranas permiten tomar acciones inmediatas con el fin de prevenir la llegada de plagas a cualquier explotación agraria, además el proyecto también ofrece capacitaciones en Manejo Integrado de Plagas (MIP).
Asimismo, se espera que el proyecto contribuya a una reducción de hasta el 50% en la aplicación de plaguicidas para combatir el Tizón Tardío, una de las peores plagas que ha afectado a la papa en toda su historia. Precisamente, esta fue la que ocasionó en Irlanda una hambruna entre los años 1845 y 1849, y dejó un millón de muertos e igual número de personas obligadas a emigrar del país. La papa también es otro de los alimentos básicos en la dieta de la población de países andinos como Colombia, Ecuador y Perú, y su producción corre por cuenta de pequeños productores con áreas de entre 2 y 5 hectáreas. También, es un cultivo de alta importancia en China, India, Ucrania, Rusia, Estados Unidos y Bangladesh, países que producen más del 66% del volumen mundial.
Por último, el proyecto ‘Plataforma de gestión del agua en la agricultura 2030’, pretende optimizar el uso de este recurso, teniendo en cuenta que apenas el 40% de la que se utiliza en la producción agraria se hace de forma eficiente, por lo que se han identificado la necesidad de modernizar las tecnologías usadas en los sistemas de riego, así como generar capacidades para el registro, monitoreo en tiempo real y el análisis de la información sobre este recurso Esto indica que hay mucho por hacer en la optimización de este recurso, por lo que se propone el uso de herramientas de última tecnología que permitan una mejor gestión del agua.
La solución tecnológica propuesta en el proyecto de FONTAGRO es la implementación de parcelas ‘piloto’ con herramientas tecnológicas, como el análisis de imágenes satelitales (Landsat, Sentinel, drones), sensores de campo (ambientales, disponibilidad hídrica en el suelo), software específico (gestión de entregas de agua) y plataformas de consulta on line (MapServer en internet). Dichas herramientas permiten obtener información con alta resolución espacial y temporal de los sistemas productivos, transformando los sistemas de gestión del riego tradicional en sistemas de alta precisión.
Como resultados se esperan aumentos de hasta el 50% en la eficiencia en el uso del recurso hídrico, lo que conlleva a un incremento del 25% en la producción agropecuaria y a crear la denominada: ‘Plataforma de Gestión del Agua en la Agricultura 2030’.
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Sobre FONTAGRO
FONTAGRO se creó en 1998 con el propósito de promover el incremento de la competitividad del sector agroalimentario, asegurando el manejo sostenible de los recursos naturales y la reducción de la pobreza en la región. El objetivo de FONTAGRO es establecerse como un mecanismo de financiamiento sostenible para el desarrollo de tecnología e innovaciones agropecuaria en América Latina y el Caribe y España, e instituir un foro para la discusión de temas prioritarios de innovación tecnológica. Los países miembros son: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En los últimos 25 años se han cofinanciado 195 plataformas regionales de innovación agropecuaria por un monto de US$139.7 millones, que ha alcanzado a 1809 instituciones y 35 países a nivel mundial.